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Los buñuelos, dulces y salados, son algo típico de las fiestas primaverales sevillanas. Más aún los de bacalao ahora que termina la cuaresma. Pero ya que esta semana santa no va a ser posible disfrutarlos en las calles ¡Los disfrutaremos desde casa!

Os traemos una versión de los famosos buñuelos de bacalao, receta con miles de variantes que se guardan en secreto en las cabezas de muchas cocinas. Nosotros los hemos tuneado a nuestra manera, con un toque de cerveza y un toque de queso. Es un plato que requiere algo de maña, pero al que pillaremos el truquillo en cuanto hagamos un par.

En principio no llevan sal añadida, ya que contamos con la que aporta el bacalao. Es difícil de calcular, porque dependerá de cómo lo desalemos, si ya lo compramos desalado, mejor probar, así que una vez tengamos la masa preparada para freír, recomendamos probar un poco y ver si es necesario rectificarlos.

Recomendamos no escatimar con la calidad del bacalao, ya que notaremos bastante el resultado final. Esto suena a algo básico, pero teniendo en cuenta que consideramos las frituras algo ocasional, vamos a darnos un homenaje, es primordial que tenga una buena materia prima.

Dificultad: Freír bien el primer buñuelo, el resto van igual.

Ingredientes para 4 personas

200 g de bacalao desalado

100 g de harina

2 cucharadas de perejil picado

1 o 2 dientes de ajo, al gusto

75 g de mantequilla

150 g de cerveza rubia suave

2 huevos

2 cucharadas de queso viejo rallado (manchego, parmesano)

Aceite de girasol para freír

Preparación

  1. Derretir la mantequilla en un cazo a fuego suave. Añadir la cerveza y la harina y remover durante unos cuatro minutos hasta conseguir una masa consistente. Apagar el fuego y dejar atemperar.
  2. Añadir los huevos y mezclar, poco a poco, consiguiendo una masa uniforme. Añadir el bacalao cortado muy fino, el perejil y el ajo picado. Por último, incorporar a la masa el queso. Debe quedar una masa algo espesa. Si no es así, corregir con más cerveza o con algo de harina según como esté.
  3. Poner a calentar en un cazo el suficiente aceite de girasol para poder freír los buñuelos por completo.
  4. Con la ayuda de una cuchara sopera añadir un poco de masa sobre el aceite caliente. Ir dándole vueltas, una vez se forme en el aceite, para que se dore por todos los lados. Freír un par de minutos y escurrir en papel absorbente.

Una vez los tengáis, vais a disfrutar de un bocado espectacular ¡Enviadnos fotos de los resultados! ¡Seguro que os salen riquísimos!

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