Es indudable que la música tiene un fuerte poder tranquilizador además de otros efectos positivos en nuestro estado físico y emocional.
Ayuda a relajarnos. Escuchar música afecta al estado de ánimo. Hace que olvidemos las preocupaciones, aportando relax y sosiego. Todo ello es gracias a que la música es capaz de reducir los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés y la ansiedad.
Combate el dolor. Varios estudios han demostrado la capacidad de la música para calmar el dolor crónico de ciertas enfermedades como la artrosis. La música sirve como distractor y hace que el cuerpo libere endorfinas que actúan como analgésico natural.
Reduce la presión arterial. Para reducir la presión arterial y mejorar la circulación sanguínea no hay nada mejor que 30 minutos al día de música relajante.
Estimula el cerebro. Escuchar música o tocar un instrumento estimula partes del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la retención de la información. Además, nos ayuda a concentrarnos y a ser más creativos.
Contra la depresión. Se ha demostrado que la música ayuda a aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.
Mejora la coordinación y el rendimiento. Entre los efectos que la música tiene en nuestro cuerpo se encuentra la capacidad para reducir la tensión muscular y mejorar la coordinación y movimientos de nuestro cuerpo. Además, si escuchamos música mientras practicamos deporte, desviamos la atención y disminuye la sensación de fatiga y cansancio.
Ayuda a dormir. Las propiedades antiestrés y relajantes que proporciona la música ayudan a conseguir el sueño.
Cada género musical despierta una serie de sentidos:
Rock: Los ritmos de este género generan adrenalina por lo que se relaciona con un incremento de la resistencia a la hora de practicar deporte.
Música clásica: La música clásica proporciona al cerebro el mejor ambiente para desarrollar ideas y a concentrarnos.
Pop: Fomenta la alegría y apacigua los miedos y temores.
Jazz y Blues: Son géneros apropiados para la reflexión y el sosiego.
Hip Hop y Música electrónica: Si vas a practicar ejercicio lo mejor es escuchar este tipo de música ya que son estimulantes.
Salsa: Bailar y escuchar salsa libera el estrés ya que se produce dopamina y adrenalina.
Reggaeton: Resulta una acertada elección si realizamos ejercicio.
Metal: En un principio genera una explosión de estímulos que cuando se apaga se convierte en reflexión y nostalgia.
Este jueves 8 de junio realizaremos un taller de Musicoterapia en la sala multiusos donde descubriremos todos los beneficios que tiene la música. Os esperamos de 18:30 a 19.30.