El aguachile es un plato típico mexicano pero que no dista mucho de los aliños como el picadillo de marisco que ya conocemos.
En este plato prepararemos unas gambas de un modo distinto que será perfecto para probar en tostadas como entrante para abrir boca en alguna comida con amigos. Es bastante sencillo de hacer y permite infinidad de variaciones para que lo prepares y cambies a tu gusto.
Ingredientes
- 250gr. Gambas peladas crudas y limpias
- 1/2 Cebolla
- 1/2 Pepino
- 1 Chile jalapeño o cualquier picante a vuestro gusto
- Zumo de dos limas
- 2 cucharadas de zumo de limón
- Sal
- Cilantro fresco picado
Si hemos comprado las gambas congeladas, dejamos descongelar por completo y una vez las tengamos descongeladas las limpiamos por completo, intestino incluido. Las lavamos un poco y las ponemos en una fuente amplia que cubriremos con el jugo de lima.
Una vez tengamos las gambas listas las pondremos en el frigorífico, entonces cortaremos la cebolla muy fina en tiras. Si es una variedad de cebolla fuerte y no una cebolla morada o dulce más apta para tomar en crudo, es recomendable pasarla por un colador y lavarla un poco bajo un chorro de agua fría. Picamos las hojas de cilantro muy fino también pero sin destrozarlas mucho. Cortamos a dados muy finos el pepino al que le habremos quitado las semillas. Mezclamos entonces en un bol la cebolla, el cilantro y el pepino y le añadiremos zumo de limón y sal.
Cuando las gambas lleven unos 15 minutos en el jugo de lima, escurriremos las gambas y las pondremos en una fuente para servir. Les pondremos por encima la mezcla de pepino, cebolla y cilantro y el chile por encima.
Es esencial para disfrutar el plato tomar enseguida recién hecho. Queda muy bien en tostas, incluso si queremos darle un punto dulce, podemos añadir alguna fruta fina de temporada como media nectarina a taquitos o servirla en tortas de anís ¡Prueba esta receta y busca nuevas combinaciones!