Ya sea para desayunar o merendar, o incluso para darte un caprichito entre horas, una magdalena siempre apetece, ¡Más aún rellenas de chocolate!
Magdalenas hay muchas, y la mayoría que consumimos son industriales. Si nunca las habéis hecho, esta receta fácil paso a paso será ideal para que te introduzcas a la repostería, ¡Vamos a ello!
Ingredientes (para 16 magdalenas)
Masa:
- 2 huevos grandes
- 175 gr de azúcar
- 60 gr de leche
- 190 ml de aceite de girasol
- 210 gr de harina de repostería
- 5 gr de levadura química (levadura de repostería)
- extracto de vainilla
- una pizca de sal
Para el relleno de chocolate:
- 115 gramos de chocolate fondant al 70%
- 25 gramos de nata
Preparación:
Lo primero será poner en un cuenco grande los huevos y el azúcar, y batiremos con unas varillas hasta que espumen y aumenten su volumen. En ese punto, pondremos el aceite y la leche e incorporaremos todo.
Añadiremos la harina con la levadura de fuerza tamizándolo todo, con el extracto de vainilla y la pizca de sal. Incorporaremos todo mezclando poco a poco al principio, pero aumentando el ritmo. Una vez esté bien ligado, batiremos a mayor velocidad dos minutos más. A continuación, taparemos con un film transparente y dejaremos reposar la masa en el frigorífico, podréis hacerlo de un día para otro, pero sirve con una hora de reposo.
Justo antes de preparar las magdalenas, haremos el relleno. Trocearemos el chocolate en pequeños trozos y fundiremos casi al completo al microondas en intervalos de 30 segundos removiendo constantemente. Añadiremos la nata y calentaremos un minuto más. Una vez lo tengamos, pondremos a calentar el horno a 250ºC con calor arriba y abajo.
Llenaremos los moldes a la mitad, pondremos una cucharada de la crema y verteremos un cuarto mas del molde de la masa de magdalenas, es decir, nos debe quedar lleno el molde a ¾ de su capacidad. Antes de meter al horno, espolvorearemos un poco de azúcar por encima e introduciremos la bandeja al horno. En ese momento bajaremos a 210ºC al horno. Las tendremos tras 15 minutos o cuando hayan subido y estén doradas.
Ya sólo te queda enfriar un poco y… ¡A comer! ¡Prueba esta receta con los tuyos y disfruta!