¿Os quedáis sin cosas que dibujar? Os traemos una idea para que lo hagáis en familia y guardéis un buen recuerdo.
Cuando dibujamos, dibujamos cosas, paisajes, recuerdos, pero hemos perdido el impresionismo del retrato en vivo, y en este caso, en manos de los niños, es una actividad interesante, ya que el dibujo mezcla lo visual, lo que uno ve, con lo que uno siente sobre lo que ve, ¿Cómo ven los niños a los que les rodean?
Para esto solo necesitaremos los materiales con los que queramos trabajar el retrato: temperas, acuarelas, lápices, papel, cartón, revistas usadas… ¡Imaginación al poder! Ya sólo nos queda colocarnos cerca de una fuente de luz bonita y que el artista comience a pintar. También es un buen momento para revisar algunas referencias artísticas y que los niños conozcan famosas obras que puedan inspirarles.
Estamos seguros de que el resultado os encantará y dará mucho que pensar, ¡A pintar se ha dicho!