Ahora que va terminando el verano, la última fruta que aún se mantiene en temporada es el melón.
Por eso, en el blog de hoy prepararemos una receta con la que degustaremos de un modo distinto esta riquísima fruta con un tándem perfecto: melón y jamón. ¡Vamos a ello!
Ingredientes
- 1 kg de pulpa de melón, una vez pelado y sin pepitas (mejor que no esté muy verde, más bien tirando a maduro).
- 100 ml de nata para cocinar.
- Aceite de oliva al gusto (2-3 cucharadas).
- Sal y pimienta negra recién molida.
- 1 loncha gruesa de jamón serrano.
Preparación
En esta receta necesitaremos de un poco de fuerza para que quede bien fina la sopa con el mínimo de grumos posibles. Para eso haremos uso de una batidora de vasos o un robot de cocina. Por un lado, cogeremos el jamón y lo cortaremos a taquitos muy finos, todo lo que podamos, y lo pondremos entre papel de cocina por si pudiese estar un poco “sudado” y que quede lo más seco posible.
Mientras el jamón se seca, retiraremos las pepitas al melón y lo limpiaremos al completo, lo cortaremos en trozos pequeños y lo dejaremos en el vaso de la batidora. Una vez lo tengamos todo, lo batiremos bien hasta que no queden grumos ni hilos y que quede una textura uniforme. Entonces añadiremos la nata pimienta negra y la sal, y mientras batimos añadimos a chorro fino el aceite de oliva para que emulsione. Ya tendríamos lista la sopa, la pondremos en un tupper y la dejaremos enfriando.
Para el crujiente de jamón lo pasaremos por una sartén a fuego medio-fuerte hasta que esté bien crujiente sin nada de aceite, en su propia grasa.
Ya con la sopa lista y el jamón crujiente, serviremos en cuencos con el jamón por encima, un toque de pimienta negra y un chorrito de aceite de oliva ¡Y ya lo tendremos listo para comer! ¡Seguro que os encanta!