Una receta fácil, rápida y muy original que seguro que os sorprende.
Si, son spaghettis, pero no son unos spaghettis cualquiera. La salsa pesto a base de albahaca, parmesano y aceite es la que todos conocemos, pero no todo el mundo conoce que hay más tipos de pesto y hoy os traemos el clásico pesto rosso ¡Vamos a ello!
Ingredientes (4 personas)
Para el pesto rosso:
- Tomates secos en aceite de oliva 200 g
- Aceite de oliva virgen extra 120 g
- Queso Parmesano 40 g
- Piñones 20 g
- Albahaca 10 g
- Ajo 1 diente
- Orégano unas hojitas
- Unas gotas de zumo de limón
- Sal al gusto
Para el resto del plato:
- Spaghetti 320 g
- Agua de cocción pasta 4 c/s
- Unas hojas de albahaca
- Parmesano al gusto (o cualquier queso curado que os guste)
- Pimienta negra al gusto
Para el pesto rosso utilizaremos tomates deshidratados que dejaremos en agua caliente una hora el día antes y los pondremos en aceite de oliva, así los tendremos listos para el pesto. Tostaremos un poco los piñones sin nada de aceite en una sartén. Entonces colocaremos los ingredientes en un vaso batidor: los tomates escurridos, el ajo sin el germen, los piñones, la albahaca y el queso ya rallado. Una vez esté todo batido, y tengamos una pasta densa, añadimos unas gotas de zumo de limón, la guindilla picante, sal, orégano y aceite de oliva. Volvemos a triturar hasta obtener una base homogénea.
Una vez tengamos la salsa, coceremos los spaghettis al dente según nos indique el fabricante. Colocaremos previamente la salsa en una fuente amplia en la que colocaremos directamente la pasta una vez esté. Incorporamos la salsa con la pasta hasta que esté bien repartida y para que quede mas suave, añadiremos algunas cucharadas del agua de cocción de la pasta.
Ya sólo nos quedaría emplatar la pasta y decorarla con unas hojas de albahaca fresca y rallarle un poco de queso al gusto. Seguro que os encanta esta receta, un poco menos habitual y muy especial que seguro gusta a todos ¡Que aproveche!