¿A quién no le gusta un buen helado?
Los helados son el postre y merienda favoritos de muchos. Lástima, que haya mitos alrededor de esta deliciosa comida. En realidad, poseen más beneficios de los que pensamos, así que, ¿por qué evitar este placer? Algunas de esas ventajas son:
- Los helados nos ayudan a evadir el calor y refrescarnos, por eso no hay verano sin helado. Su temperatura hace que nos olvidemos por un momento del cálido verano.
- No hay ningún estudio que demuestre que los helados sean motivo de resfriado. Es por eso que podemos encontrarlo cualquier época del año. Incluso se ha llegado a decir que el frío del helado puede ser calmante para dolores de garganta o cualquier dolor de boca.
- El principal ingrediente de los helados es la leche, por lo que aportan una gran cantidad de calcio al comerlos. Llegan a cubrir hasta el 15% del calcio que debemos ingerir a diario. Lo más recomendable para que esto se cumpla son los helados caseros, elaborados manualmente.
- No engordan como piensan tantas personas, de hecho, contienen proteínas y vitaminas por lo que resulta un alimento muy completo. Si comes un solo helado al día no afectará a tu dieta, y mucho mejor si es casero.
- Está demostrado que tienen efecto euforizante, al igual que el chocolate. Esto quiere decir que sube el ánimo a cualquiera.
- Existen versiones light sin azúcar para personas diabéticas que no quieren privarse de este frío deleite
Ya sabemos que los excesos no son buenos y en el caso de tomar helado tampoco lo es. Hay que tener en cuenta que no se debe abusar del azúcar en la dieta. Pero si eras de los que evitaba los helados a toda costa, ahora ya sabes todas las propiedades que aportan a tu alimentación